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“Naturaleza muerta con escayola” de Paul Cézanne

postimpresionismo pintura cezanne

“Nature morte au cupidon de plâtre” de Paul Cézanne, c.1894

Postimpresionismo

Óleo sobre papel, 70 x 57 cm

Courtauld Institute Galleries, Londres

La obra es una naturaleza muerta plasmada de manera muy poco convencional. Cézanne reniega de las leyes establecidas desde el Renacimiento y retrata los objetos desde diferentes puntos de vista. Él trasladaba al cuadro sus percepciones, pintaba lo que veía en cada momento, de ahí que nos muestre más de lo que puede verse desde una sola posición en un momento determinado del tiempo. Por eso el Cupido parece que está retorcido, o las sombras de los objetos tienen diferentes direcciones.

Las perspectivas tampoco siguen la lógica tradicional: el suelo del estudio parece alzarse a la izquierda de la estatua y la manzana solitaria del fondo es igual de grande que las que están en primer plano ya que, desde la lógica de Cézanne, si todas las manzanas son iguales, hay que pintarlas igual, aunque estén a distancias diferentes.

Algo muy característico del pintor era el perfilado de los objetos con contornos muy marcados y también las pinceladas muy cortas y precisas, con diferentes direcciones en función de lo que estuviera pintando, dando una sensación de vida a sus cuadros. Otra característica de Cézanne es el aspecto geométrico del cuadro. Nos da la sensación de estar viendo una serie de superficies diferentes ensambladas como un rompecabezas. Esto va a tener mucha influencia en los estilos del siglo XX, sobre todo en el Cubismo.

El contenido del cuadro es extraño porque sitúa a Cupido en medio de cebollas y manzanas y en algún lugar del estudio del pintor, con cuadros y bocetos de fondo, algunos de ellos perfectamente identificados. Hay quien atribuye significados simbológicos a los objetos que vemos fruto de la compleja concepción de la creación artística que tenía Cézanne.