Mesopotamia: Estatua del Superintendente Ebih II
Título de la obra: Estatua del Superintendente Ebih II
Cronología: Hacia el 2.400 a.C.
Dimensiones: Altura: 52,5 cm., ancho: 20,6 cm., diámetro: 30 cm.
Material y técnica:
Material: Yeso, lapislázuli y conchas.
Técnica: Talla
Localización: Museo del Louvre (París). Departamento de Antigüedades del Próximo Oriente, Mesopotamia.
Cultura: Período Dinástico Arcaico de Mesopotamia. Civilización Sumeria.
Comentario:
Descripción física de la obra: Figura sedente de hombre con manos cruzadas sobre el pecho, con una falda hasta los pies y rostro muy expresivo.
Creación de la obra y su contexto: Las estatuas con una finalidad votiva comenzaron a realizarse en la Sumeria de las Dinastías Arcaicas y su uso se prolongó en el tiempo en dicha cultura, se hacían para ser depositadas en el templo ante la imagen de su dios y así perpetuar su culto, la persona representada estaba constantemente honrando al dios en la forma de su estatua. Ésta en concreto, fue descubierta en el Templo de Ishtar en la ciudad de Mari, un punto en las rutas comerciales entre Siria y el Cercano oriente. Algunas tenían inscripciones con su nombre, en la del superintendente hay una en la parte posterior que dice: “Estatua de Ebih-II, el superintendente, dedicado a Ishtar Viril”, por eso sabemos a quien representa, aunque la mayoría eran anónimas.
Tendencia artística o estilo: Escultura exenta de estilo sumerio. Seguían unos patrones bastante definidos, eran arcaicas, esquemáticas y con formas geométricas, las había en actitud orante, con la manos cruzadas en el pecho o con una copa o cáliz en la mano y con el tiempo fueron evolucionando hacia diversas formas y posturas. En general todas poseían una actitud pacífica y piadosa. Normalmente las personalizadas con el nombre inscrito correspondían a hombres poderosos, las de mujeres siempre eran anónimas.
Características estéticas de la obra: Representa a un hombre con la cabeza rapada y barba, que debió tener incrustaciones de otro material, sus rasgos son amables, incluso simpáticos, a pesar de su estatismo, esboza una sonrisa. Sus ojos son muy expresivos y destacan mucho por su tamaño y por su color azul y contorno negro (lapislázuli y conchas). Tiene las cejas arqueadas. El pecho desnudo, los brazos, algo redondeados como con tono muscular, y las manos cruzadas en el pecho en actitud orante. Viste una falda que le cubre hasta los pies, hecha de algo parecido a la lana, con la textura representada con bastante realismo.
Bibliografía existente sobre esta obra:
Parrot, A. “Mari, una ciudad perdida” París, año 1936
Martínez de la Torres, Mª Cruz. “Historia del arte antiguo en Egipto y Próximo oriente” Madrid, 2009
http://www.louvre.fr/en/oeuvre-notices/ebih-il-superintendent-mari
http://es.wikipedia.org/wiki/Estatua_del_superintendente_Ebih_II