Tumba de los Leopardos en Tarquinia (h. 470 a.C.)
Tumba etrusca decorada con pinturas murales que representan la escena de un banquete, algo bastante usual y muy representado en el momento y en décadas posteriores. El nombre le viene por los dos animales simétricos pintados en el frontón triangular de la pared del fondo. Se encuentra en la necrópolis de Monterozzi, en Tarquinia, una ciudad al norte de Roma que es célebre por sus hipogeos decorados al fresco.
Estamos ante una estancia con un techo de doble pendiente pintado como un tablero de ajedrez, con varios colores, y en la pared central se representa el banquete en honor del difunto con tres parejas tumbadas atendidas por esclavos desnudos. Es una escena simbólica pero a su vez nos muestra la vida cotidiana de los etruscos. Las figuras están dispuestas en una hilera, siguiendo un esquema repetitivo y simétrico, como si fuera la decoración de una cerámica griega, y están insertas entre bandas horizontales de colores, además, los hombres están representados con colores más oscuros que las mujeres. La escena es muy vitalista y alegre.
Aunque las vestimentas y las escenas sean etruscas, todo nos remite a la plástica griega, ya que seguramente los artistas que las realizaron eran helenos, de hecho, es, curiosamente, un lugar donde poder admirar pintura griega, prácticamente desaparecida en la actualidad y solo conservada en copias romanas.