La Mezquita del Cristo de la Luz de Toledo
La Mezquita de Bab Al-Mardum se construyó en el año 999, época de máximo esplendor del Califato de Córdoba. Se cree que fue erigida por iniciativa privada de algún personaje importante de la ciudad.
Actualmente se llama Cristo de la Luz, después de ser transformada en iglesia tras la conquista cristiana de Toledo el año 1085. Seguramente se levantó en el lugar qua antes ocupara una iglesia visigoda, esto probaría el reaprovechamiento de los capiteles de dicho estilo en su interior.
Todo esta información se extrajo de las inscripciones que hay en sus fachadas, donde se nombra el año, el patrocinador y el arquitecto de la mezquita.
Está al lado de una de las puertas de acceso de la ciudad, se supone que para el uso tanto de los que entraban como de los que se preparaban para marcharse. De hecho el nombre con el que la conocemos es el de la cercana puerta y no el nombre musulmán de la mezquita, que no se ha conservado.
Antes del sometimiento al califato Cordobés, la ciudad de Toledo fue capital del reino hispanogodo y también arzobispado, gozando de un prestigio e importancia que los árabes quisieron continuar, la ciudad contaba con diez mezquitas, y ésta en concreto está situada en uno de los barrios más antiguos de la ciudad, donde se cree que habrían grandes mansiones de los más importantes personajes musulmanes.
En resumen, nos encontramos ante una mezquita de barrio, de dimensiones reducidas y mucha libertad en su creación, muy diferentes de las mezquitas de naves, y precursoras de las grandes mezquitas centralizadas. De hecho, es uno de los edificios conservados más importantes del Califato de Córdoba.
Mezquitas similares, con forma de cubo y nueve cúpulas, podemos encontrar en Afganistán, Egipto, Túnez y en el mismo territorio de lo que fuera Al-Andalus. Aunque también es un tipo de edificios habitual en el arte cristiano, extendiéndose desde Bizancio a toda Europa, desde mucho antes de la aparición del Islam.
La mezquita está construida con ladrillo rojo y mampostería en hiladas del mismo material. Esta técnica, que conseguía acabados muy sólidos y era muy barata, tuvo su origen en Oriente Próximo, de donde pasó al mundo islámico y posteriormente, de éste al arte mudéjar.
La fachada principal cuenta con tres puertas de acceso, cada una con un tipo de arco diferente (un polilobulado, uno de medio punto y uno de herradura), encima de estos vanos hay una arquería ciega con arcos de herradura entrelazados sobre los que se encuentra una celosía calada encima de la cual está la inscripción fundacional. La fachada se remata con un friso compuesto de dientes de sierra sobre el que está la techumbre, a cuatro aguas.
La fachada oeste también cuenta con tres puertas de acceso, con arcos de herradura inscritos dentro de arcos de medio punto sobre los que hay una galería formada por arcos de herradura decorados con dovelas de distintos colores, como los de la Mezquita de Córdoba, dentro de arcos polilobulados.
La fachada Este está muy modificada y la opuesta a la principal se destruyó tras la ampliación mudéjar.
La planta es de cruz griega inscrita dentro de un rectángulo de 7,90 m. x 8,60 m.. El aspecto es el de un cubo. Sigue modelos bizantinos y omeyas.
Cuatro columnas, con los capiteles visigodos reaprovechados mencionados anteriormente, dividen el espacio en tres naves paralelas cruzadas por otras tres, generando nueve compartimentos comunicados entre si por arcos de herradura, hechos de ladrillo.
Sobre los arcos existe un nivel medio con pequeñas arquerías, formadas por arcos de herradura polilobulados que constituyen el sistema de apoyo sobre el que se asientan nueve pequeñas bóvedas independientes de crucería califal, todas a la misma altura, excepto la central, que está en un nivel más elevado que las otras, encima de un cuadrante, dando una sensación centralizada de la planta, que nos lleva a asociarla con edificios tales como Santa Sofía de Constantinopla (arquitectura bizantina) o las mezquitas de planta centralizada posteriores.
Las bóvedas del Cristo de la Luz son todas distintas entre si. Con excepción de la central, que se enmarca en un octógono, todas están diseñadas a partir de un cuadrado en distintas posiciones, y todas son inspiradas o directamente copiadas de los modelos de Córdoba.
Las bóvedas de crucería califal, cúpulas califales o de arcos entrecruzados, se desarrollaron durante el Califato de Córdoba, de ahí su nombre, son aquellas formadas por el cruzamiento de ocho arcos, o nervios estructurales, que no pasan por el centro, no convergen, sino que cruzan recorriendo la cúpula de un lado a otro y dibujando un polígono estrellado. Los ejemplos más espectaculares son los de la ampliación de la Mezquita de Córdoba realizada por Al-Hakam II, unos años antes de la construcción del Cristo de la Luz. Las cúpulas de la maqsura y el Mihrab son las influencias directas de las de la pequeña mezquita toledana.
Finalmente, sobre las cúpulas se apoya una falsa bóveda de mampostería, sobre la que está el tejado a cuatro aguas.
Así, en este edificio nos encontramos con un primer nivel más semejante a las primitivas iglesias mozárabes, como Santa María de Lebeña en Cantabria, construida unos cincuenta años antes, por un aspecto sólido y cúbico y la planta de cruz inscrita en un cuadrado, así como el espacio distribuido por los doce arcos de herradura y los nueve compartimientos. Y en un segundo nivel nos encontramos con el arte califal inspirado en Córdoba, con las cúpulas independientes con sus entramados de arcos.
Con esto, puedo concluir que la Mezquita del cristo de la Luz, es un ejemplo de la relación entre los distintos estilos artísticos que había en la península en aquella época. Nos muestra como los árabes asimilaron los conceptos y estructuras que se encontraron en este territorio, aprovechándolos y mezclándolos con los suyos.