El Banco del Park Güell
El Park Güell en su origen era un proyecto para construir una ciudad jardín para familias acomodadas que constaría de sesenta viviendas como las urbanizaciones inglesas que Eusebi Güell había conocido en sus viajes. Su situación en la entonces llamada Montaña Pelada era inmejorable, con vistas a la llanura de la ciudad y al mar y en un entorno tranquilo y saludable.
Se convirtió en un fracaso económico al solo edificarse dos de las casas proyectadas. Las complejas condiciones para la adquisición de las parcelas, debido a su exclusividad y la falta de transporte adecuado hicieron inviable el proyecto, que fue paralizado en 1914. Tras la muerte de Güell sus herederos lo vendieron al Ayuntamiento de Barcelona, que decidió abrirlo como parque público cuatro años más tarde. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984.
Gaudí jugó con diferentes materiales para conseguir un conjunto fabuloso e intentó reflejar una naturaleza eco de su propia fantasía, su particular elaboración de lo primitivo y de los orígenes. El arquitecto llenó el parque de símbolos políticos y religiosos, se cree que muchos de ellos se referían a la masonería, pero no está probado.
El punto central del parque lo ocupa una plaza oval de 3.000 m2, construida entre 1907 y 1913, parte de ella encima de la Sala Hipóstila. El borde de la plaza es un banco sinusoidal de 110 metros de largo formado por módulos convexos y cóncavos con un diseño ergonómico adaptado al cuerpo humano. Está decorado en su base por trencadís blanco y en su respaldo por un mosaico realizado con material cerámico de desecho componiendo forma abstractas y unas pocas figurativas, como los signos del zodíaco. El trencadís del Park Güell es una avanzada construcción con elementos reciclados como trozos de baldosas, ladrillos, platos, botellas, etc…creada por las manos del maestro Josep Maria Jujol.
Todas las fotos fueron tomadas por José Mª Sancho Aguilar el día 7 de diciembre de 2014.